Hoy, el Parlamento Europeo debate la grave situación en Serbia después de que las elecciones se vieran empañadas por serias alegaciones de fraude. Los Socialistas y Demócratas pidieron este debate para solicitar una investigación independiente de todas las irregularidades notificadas y apoyar a los miles de serbios y serbias que se están echando a la calle para exigir justicia, democracia y un futuro europeo.
Andreas Schieder, eurodiputado del Grupo S&D y miembro de la misión de observación electoral del Parlamento Europeo, ha declarado:
“El inveterado presidente, Aleksandar Vučić, y su partido de Gobierno, el SNS, deberían escuchar de una vez por todas a las personas que están tomando las calles para protestar, en lugar de actuar en contra de sus intereses y atacar a los observadores internacionales. Asimismo, deberían abordar las irregularidades electorales notificadas sin vacilar, detener la campaña de desinformación y abstenerse de realizar acusaciones falsas.
“La compra y el robo de votos, el transporte de votantes a Belgrado, el discurso de odio en la campaña, el acoso a periodistas y a la sociedad civil, el sesgo de los medios de comunicación, el uso indebido de recursos administrativos, la posible manipulación e injerencia malintencionada por parte de Rusia o de otros agentes extranjeros: se trata de denuncias de fraude electoral sumamente preocupantes que exigen una investigación independiente.
“No cabe duda de que la crisis política en Serbia —país candidato a la adhesión a la UE— requiere toda nuestra atención”.
Tonino Picula, portavoz del Grupo S&D sobre Asuntos Exteriores, ha añadido:
“361 observadores internacionales procedentes de 45 países han considerado que las últimas elecciones en Serbia fueron injustas, con numerosas violaciones de los principios democráticos y las normas electorales. Y, aún hay más: estas han sido las terceras elecciones parlamentarias que se han celebrado en tres años y medio. Todo esto nos lleva a la conclusión de que, en Serbia, las elecciones se utilizan como instrumento para crear un estado de emergencia y sostener el régimen autocrático del presidente.
“Este no es solo un debate sobre las recientes elecciones en Serbia, sino también sobre la relación de la UE con Serbia y todos los Balcanes Occidentales, puesto que la estabilidad del régimen de Vučić refleja inestabilidad en otros países de la región, concretamente en Bosnia y Herzegovina, Montenegro y Kosovo. También cabe señalar que, en Serbia, existe una creciente polarización con respecto a la UE, mientras que el apoyo a la Rusia de Putin sigue siendo elevado.
“Por todos estos motivos, reiteramos nuestra firme convicción de que, para que la región pueda tener un futuro mejor y europeo, la UE debe poner fin a su política de apaciguamiento con Vučić y garantizar que Serbia, como el mayor país de la región, asuma plenamente su responsabilidad con la estabilidad y la paz en los Balcanes Occidentales”.
