El refuerzo del sistema del spitzenkandidat (candidato principal), la garantía de la paridad de género, una especial atención a los derechos sociales bajo la supervisión de una figura experimentada que pueda ofrecer resultados, y un reparto equitativo de los puestos de vicepresidentes y vicepresidentas ejecutivos que refleje la mayoría en el Parlamento Europeo: esto es lo que espera la familia progresista europea de la composición de la próxima Comisión Europea.
Si estas expectativas no se cumplen, los presidentes del Partido Socialista Europeo (PSE) y del Grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D) en el Parlamento Europeo advierten que les será muy difícil, por no decir imposible, apoyar a los comisarios y comisarias presentados por Ursula von der Leyen.
La presidenta del Grupo S&D, Iratxe García, ha declarado:
“La receta para perder el apoyo progresista es ignorar el proceso del spitzenkandidat, socavar la paridad en el Colegio, colocar a un comisario de Empleo cuyo compromiso con los derechos sociales es, siendo generosos, cuestionable o incorporar proactivamente al CRE en el núcleo de la Comisión.
“La presidenta dijo antes de las elecciones que sería la composición del próximo Parlamento la que decidiría esta Comisión. Existe una mayoría proeuropea con un acuerdo proeuropeo. Debe ponerse en práctica ahora”.
Por su parte, el presidente del PSE, Stefan Löfven, ha afirmado:
“Lo que se está conociendo sobre la composición de la nueva Comisión Europea podría salirse del entendimiento que alcanzamos con la presidenta Von der Leyen. Como familia socialista europea, es hora de lanzar una clara advertencia sobre el próximo mandato de la Comisión.
“Nuestro apoyo nunca ha sido un cheque en blanco. Siempre hemos dejado claro que la próxima Comisión debe cumplir con nuestras expectativas tanto en política como en principios. La presidenta de la Comisión debe garantizar que el Colegio esté en disposición de respetar plenamente las directrices políticas que hemos apoyado”.
Según informan diversos medios de comunicación, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, está dispuesta a proponer una Comisión sin contar con el candidato principal socialista Nicolas Schmit. Esto rompería un precedente que se ha mantenido desde que en 2014 se introdujera este proceso, según el cual los candidatos y candidatas comunes ocupan un puesto de liderazgo a nivel de la UE para reflejar el mandato democrático obtenido en las elecciones europeas como representantes de su familia política.
Al mismo tiempo, a los socialistas les preocupa que la próxima Comisión no refleje adecuadamente los valores fundamentales europeos y las prioridades progresistas. Se esperan pasos atrás en paridad de género en el Colegio de Comisarios. La cartera de empleo debería recaer en un candidato o candidata de la familia progresista que esté plenamente comprometido con la Declaración de La Hulpe. Y un puesto de vicepresidente ejecutivo podría caer en manos de un comisario del grupo de ultraderecha de los Conservadores y Reformistas Europeos.
Tras las elecciones europeas, los socialistas se mantuvieron como la mayor fuerza progresista del Parlamento Europeo. Como segundo mayor bloque, por un margen considerable, los y las socialistas resultan esenciales para conformar una mayoría proeuropea junto con el Partido Popular Europeo de la presidenta von der Leyen, los liberales de Renew Europe y los Verdes Europeos.
