En el Pleno del Parlamento Europeo celebrado hoy en Estrasburgo, el Grupo S&D ha votado a favor de acortar los procedimientos de aprobación de los proyectos de energías renovables en los Estados miembros. Los Socialistas y Demócratas también han incluido rigurosas normas medioambientales para garantizar que la agilización de los procedimientos no vaya en detrimento de la naturaleza.
El eurodiputado Nicolás González Casares, negociador del Grupo S&D sobre energías renovables, ha afirmado:
“A partir de ahora, el proceso de aprobación se limita a un período de 9 a 18 meses, en función del tipo de proyectos presentados. Los hogares y las empresas que planeen instalar placas solares en los tejados de sus edificios podrán obtener un permiso en el plazo de un mes. En el caso de las instalaciones solares de 50 KW o menos, esto podrá hacerse mediante una simple notificación.
Los Socialistas y Demócratas quieren que haya más energía renovable a precios asequibles para nuestra ciudadanía y nuestra economía. En los agitados tiempos que vivimos, la dependencia de las importaciones de terceros países solo puede limitarse si reducimos considerablemente el tiempo que cuesta aprobar la implantación de una infraestructura de energía renovable. A partir de ahora, esto será posible gracias a nuestro trabajo y a las nuevas normas que hemos adoptado hoy en el Pleno. Deseamos que haya una participación activa por parte de la ciudadanía en las zonas locales donde se construirá la infraestructura. Esto mantendrá a los ciudadanos y ciudadanas informados de lo que sucede en su región y permitirá que se involucren en la elaboración de los planes.
La energía renovable está al servicio de los europeos y europeas —tiene que ser asequible incluso para los grupos más vulnerables de la sociedad—, y debemos hacer que funcione sin poner en riesgo la biodiversidad y protegiendo los espacios de la red Natura 2000”.
El eurodiputado Dan Nica, portavoz del Grupo S&D en la comisión de Industria, Investigación y Energía del PE, ha manifestado:
“El voto de hoy es una contundente señal de nuestra ambición y determinación de aumentar la resiliencia energética mediante una ejecución más rápida de los proyectos de energías renovables. Era absurdo que los europeos/as tuvieran que esperar tanto para obtener permisos para instalar placas solares en sus casas mientras los precios de la energía subían y no había alternativas reales al gas. La UE necesita con urgencia una energía limpia y asequible. Cuanto más la produzcamos por nuestros propios medios, menos dependeremos de terceros países, especialmente en estos tiempos de gran perturbación en los mercados mundiales. Esto nos obliga a aliviar la carga administrativa, especialmente para los hogares. Un sistema energético más basado en las energías renovables no solo hará que nuestra economía sea más sostenible, sino también más autónoma y resiliente a las perturbaciones externas”.
