Hoy, la presidenta del Grupo S&D, Iratxe García, y el vicepresidente Pedro Marques han finalizado su visita a Estados Unidos, poniendo el broche final a una intensa agenda de encuentros en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York y reuniones cruciales en la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Capitolio en Washington D.C.
Iratxe García ha afirmado:
“Ahora que EE.UU. ha vuelto al multilateralismo con la Administración Biden, contamos con el impulso para reformar la gobernanza de las Naciones Unidas y las instituciones financieras internacionales. Tal como comentamos con el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres, tenemos que avanzar hacia un sistema justo que incluya a todas las regiones del mundo para hacer que el multilateralismo funcione, especialmente en el actual contexto de la guerra de Ucrania. La unidad entre la UE y EE.UU. en lo que respecta al conflicto es fundamental para defender la libertad y un orden internacional basado en normas, sin dejar de lado nuestro compromiso con el Sur Global.
En el Capitolio, y en particular en nuestro encuentro con la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, hemos tratado la amenaza que el auge de la extrema derecha, la desinformación y el populismo suponen para nuestras democracias y el Estado de derecho. Es preocupante que el Partido Republicano estadounidense sea rehén del populismo post-Trump, mientras que, en Europa, el PPE también está abandonando el centro para acercarse a la extrema derecha. Esta tendencia socava los derechos de la mujer, criminaliza la migración y fomenta el antisemitismo y la islamofobia”.
El vicepresidente del Grupo S&D, Pedro Marques, ha añadido:
“La Ley de Reducción de la Inflación de EE.UU. (IRA) y la guerra de Ucrania están teniendo un fuerte impacto económico en Europa. Sin duda acogemos con agrado los esfuerzos realizados por EE.UU. para adoptar un plan que aborde el cambio climático con una potente dimensión social y laboral. Pero también hemos expresado nuestra inquietud de que la IRA pueda provocar una competencia desleal, dar lugar a discriminación y crear distorsiones en las relaciones transatlánticas.
Por motivos geopolíticos no podemos permitirnos estar divididos. Debemos trabajar juntos para promover el comercio en el marco de la OMC —en particular conforme a cláusulas en materia medioambiental, laboral y de derechos humanos—”.
