La pasada noche, los Socialistas y Demócratas obtuvieron una gran victoria para los trabajadores y trabajadoras al lograr que solo puedan realizarse pagos con cargo al presupuesto de la UE si las actividades que financian respetan los derechos sociales, el salario mínimo, la salud y la seguridad en el trabajo, el equilibrio entre la vida profesional y la vida privada y la organización del tiempo de trabajo de los empleados y empleadas. Este principio, denominado condicionalidad social, impulsado por el Grupo S&D, se recoge ahora en el Reglamento Financiero de la UE, acordado entre los grupos políticos del Parlamento Europeo, los Estados miembros y la Comisión Europea.
Nils Ušakovs, eurodiputado del Grupo S&D y negociador del Parlamento Europeo sobre este asunto en la comisión de Presupuestos, ha declarado:
“Este es un gran logro para los Socialistas y Demócratas en beneficio de los trabajadores y trabajadoras. Todo aquel que solicite financiación de cualquier programa de la UE tendrá que respetar el derecho a unas condiciones laborales dignas y la Carta de los Derechos Fundamentales. Si una empresa no respeta los derechos sociales de sus trabajadores/as, no recibirá financiación de Europa: tan simple como esto. ¡No podemos financiar una economía sumergida, prácticas vergonzosas y el abuso de los trabajadores y trabajadoras con el dinero de los y las contribuyentes europeos!”
Isabel García Muñoz, eurodiputada y negociadora del Grupo S&D sobre este asunto en la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo, ha añadido:
“Estamos orgullosos y orgullosas de los resultados conseguidos, puesto que no se aplicarán únicamente a algunos programas de la UE, sino que constituirán un principio general para todos los fondos europeos. Esperamos que la Comisión Europea se mantenga muy atenta y se responsabilice del modo en que se gasta el presupuesto de la UE, y que el Parlamento Europeo ejerza su función de control presupuestario. La credibilidad de la UE depende de este respeto de un conjunto mínimo de condiciones laborales a los ojos de decenas de millones de personas trabajadoras en toda nuestra Unión. No podemos fallarles y el Grupo S&D insiste en que el siguiente paso es garantizar el necesario control presupuestario en interés de todos los europeos y europeas”.
