Mañana, está previsto que el Parlamento Europeo apruebe el primer Reglamento europeo de la historia sobre reducción de las emisiones de metano en el sector de la energía, una herramienta clave para mitigar el cambio climático en consonancia con el objetivo de la UE de reducir las emisiones en un 55% de aquí a 2030.

El metano es más de ochenta veces más perjudicial para el clima que el CO2. Puesto que su tiempo de permanencia en la atmósfera (aproximadamente 15 años) es más breve que el del CO2 (más de 100 años), la reducción de las emisiones de metano puede producir resultados positivos más rápidos. En la actualidad, en torno a un tercio de todos los gases de efecto invernadero provienen del metano, lo que lo hace el segundo gas más nocivo tras el dióxido de carbono.

Gracias a este Reglamento, la UE podrá medir y reducir las emisiones de metano en su sector de la energía. Se aplicará a toda la producción, distribución y utilización de todos los combustibles fósiles —petróleo, gases fósiles y carbón— que presenten posibilidades de emisión o fuga de metano.

El Grupo S&D ha logrado mejorar la propuesta de la Comisión Europea al garantizar que las importaciones futuras también queden sujetas a los mismos requisitos que se aplican en la UE. Asimismo, hemos conseguido establecer una hoja de ruta para reducir las emisiones de metano, que exige a la Comisión que prepare un plan de reducción de las emisiones de metano de aquí a 2025 para todos los sectores, además del de la energía, de conformidad con el Compromiso Mundial sobre el Metano que la UE adquirió en la COP26 de 2021*.

Günther Sidl, negociador del Grupo S&D en la comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria, ha declarado:

“Si queremos lograr verdaderos avances en la lucha contra el cambio climático, tenemos que priorizar el metano. Como segundo gas de efecto invernadero más importante, está claro que no podemos permitirnos seguir ignorándolo. Gracias a iniciativas recientes como el Compromiso sobre el Metano y la COP26, por fin contamos con el impulso que necesitamos para emprender acciones reales, empezando por el sector energético. Dentro de poco, otros sectores, como el de la agricultura y el de los residuos y las aguas residuales, tendrán que seguir este buen ejemplo”.

Jens Geier, negociador del Grupo S&D en la comisión de Industria, Investigación y Energía, ha afirmado:

“Es urgente que la UE ataje las emisiones de metano en su sector de la energía. El Reglamento sobre el metano de la UE tiene en cuenta toda la cadena de producción, desde las fugas de metano en pozos o minas de carbón hasta los componentes implicados. Hemos logrado reforzar las medidas para detectar y reparar oportunamente las fugas en los gasoductos, al tiempo que se garantiza la seguridad de los trabajadores y trabajadoras y la seguridad del abastecimiento. En cuanto a las minas de carbón inactivas, hemos incorporado en el Reglamento experiencias positivas de los Estados miembros de la UE con la reducción de las emisiones de metano. En el caso de las minas de carbón activas, hemos adaptado los requisitos de reducción de las emisiones de metano para ofrecer a los trabajadores/as una transición justa.

Que quede claro que mientras sigamos extrayendo combustibles fósiles, tendremos que lidiar con el metano. Por tanto, la eliminación gradual de los combustibles fósiles sigue constituyendo la mejor manera de proteger el clima. La extracción y la combustión de metano solo son la segunda mejor solución. No obstante, tenemos que adoptar medidas contundentes para frenar las fugas de metano descontroladas”.

*El Compromiso Mundial sobre el Metano se puso en marcha en 2021 y fue firmado por 149 países y la Unión Europea. Aspira a reducir las emisiones antropogénicas globales de metano en un 30% para el año 2030 con respecto a los niveles de 2020.

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