A última hora de la noche del lunes, el Parlamento Europeo y la Presidencia francesa de la Unión Europea alcanzaron en Estrasburgo un acuerdo político sobre la Directiva de salarios mínimos adecuados. El acuerdo se sustenta en dos pilares. El primero establece normas dignas para los salarios mínimos legales nacionales. Con un salario mínimo legal, los trabajadores y las trabajadoras deben poder tener una vida digna. Ese nivel de dignidad se determina en función del poder adquisitivo, teniendo en cuenta el coste de la vida y la tasa de crecimiento general, así como la estructura salarial relativa en el país respectivo de la Unión Europea. El segundo pilar del acuerdo tiene como objetivo capacitar a los trabajadores y a los sindicatos durante la negociación colectiva. Más trabajadoras y trabajadores deben recibir protección de un convenio colectivo. Cuando el alcance de la cobertura de la negociación colectiva sea inferior al 80% en un Estado miembro, se exigirá un plan de acción nacional que permita aumentar progresivamente el número de trabajadores que están protegidos por la misma. Además, los países de la Unión Europea estarán obligados a actuar, también de forma preventiva, si los trabajadores o los representantes sindicales son discriminados, presionados o amenazados por un empresario.

El Grupo de los Socialistas y Demócratas ha liderado la campaña a favor de una legislación comunitaria sobre unos salarios mínimos que sean adecuados, y la presidenta del Grupo, Iratxe García, puso esta propuesta como condición previa para apoyar a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. Tras ocho rondas de negociaciones, se ha alcanzado un acuerdo con el Consejo Europeo en base a la propuesta legislativa presentada por el comisario de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit. La Directiva europea no propone introducir un salario mínimo único en todos los países, ni salarios mínimos obligatorios, y Bruselas tampoco fijará el salario mínimo nacional. El derecho de los interlocutores sociales a negociar, controlar y fijar los salarios no se ve afectado. La negociación colectiva es una prerrogativa de los sindicatos. La Directiva establece un nivel de vida que sea digno como punto de referencia para los salarios mínimos nacionales, creando así una curva ascendente para los salarios mínimos de millones de europeas y europeos. 

Agnes Jongerius, portavoz del Grupo S&D en materia de Empleo y negociadora del Parlamento Europeo, dijo:

“La nueva ley europea sobre salarios mínimos adecuados impulsará los salarios en toda Europa. En la actualidad, muchos trabajadores y trabajadoras luchan por llegar a fin de mes: dependientes/as, repartidores/as de paquetes y trabajadores/as de la distribución que mantienen nuestras sociedades a flote. A pesar de que trabajan unas 40 duras horas semanales, no pueden asumir los precios disparados de los alimentos y la energía. Su situación se resume en que están infravalorados y mal pagados. También merecen respeto y una remuneración justa.  Tras décadas de disminución de los salarios reales, ya es hora de invertir esa tendencia a la baja y luchar con fuerza contra las crecientes desigualdades.

“Al establecer normas sobre unos salarios mínimos nacionales que sean adecuados, la nueva ley europea abordará el escándalo de los trabajadores y las trabajadoras pobres. El salario de cada trabajador europeo debe costear su comida, alquiler y calefacción, así como permitirle también comprar ropa nueva o irse de vacaciones de vez en cuando. Queremos que los países de la Unión Europea chequeen sus salarios mínimos con respecto a puntos de referencia internacionales; por ejemplo, al menos el 50% del salario bruto medio y el 60% del salario bruto mediano. Actualmente, 18 países de la Unión Europea no cumplen estos criterios. Esta nueva normativa de la Unión Europea mejorará los salarios de millones de europeos y europeas.

“Juntos somos más fuertes. Los convenios colectivos con buenas condiciones laborales son la mejor herramienta de cara a luchar contra la pobreza laboral. Como antigua sindicalista, estoy orgullosa de que esta nueva ley de la Unión Europea dé poder a los sindicatos e incremente el número de trabajadores y trabajadoras que están protegidos por convenios colectivos mediante planes nacionales de acción.

“Les pedimos a los gobiernos de la Unión Europea que acepten el acuerdo alcanzado esta noche. El trabajo debe volver a pagar de nuevo”.

Pedro Marques, vicepresidente del Grupo S&D responsable de la Europa Social, añadió:

“Hoy es un buen día para los trabajadores y las trabajadoras europeos, y un triunfo de la familia socialista. Hemos hecho campaña durante muchos años a favor de una ley europea sobre salarios mínimos adecuados. Incluso pusimos esta propuesta como condición para apoyar a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión Europea. Ahora, los salarios mínimos adecuados serán por fin una realidad para millones de europeas y europeos”.

Nota para el redactor/a:

Los gobiernos de la Unión Europea decidirán por mayoría cualificada, el 16 de junio, sobre el acuerdo político. Se espera que la comisión de empleo del Parlamento Europeo vote en junio y que la Directiva se adopte en el pleno en septiembre. Una vez adoptada, los Estados miembros de la Unión Europea tendrán dos años para transponer la Directiva de la Unión Europea sobre salarios mínimos adecuados a la legislación nacional.

Según Eurostat, uno de cada diez trabajadores y trabajadoras europeos corre el riesgo de caer en la pobreza, cifra que se eleva a uno de cada seis en el caso de los trabajadores con empleos temporales o a tiempo parcial. Alrededor del 70% de los trabajadores/as que perciben un salario mínimo tienen dificultades para llegar a fin de mes. El 60% de los trabajadores/as con salario mínimo son mujeres, según la Fundación Böckler.

 

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