Después de la votación de ayer en el Parlamento polaco, donde a pesar de la pandemia de coronavirus, la mayoría del PiS (Ley y Justicia, por sus siglas en polaco) ha forzado que las elecciones presidenciales tengan lugar en mayo, los Socialistas y Demócratas están alarmados por el deterioro del estado de la democracia en Polonia y los riesgos que ello supone para la salud de los ciudadanos y las ciudadanas polacos.
Birgit Sippel, portavoz de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Grupo S&D, afirmó:
“Siguiendo los pasos del gobierno húngaro, el partido polaco en el gobierno está intentando utilizar la pandemia del coronavirus para debilitar más los estándares y procedimientos democráticos. Jarosław Kaczynski y su partido PiS están desesperados por mantener todo el poder en sus manos, estando dispuestos incluso a arriesgar la salud y la seguridad de sus conciudadanos. Están presionando para que las elecciones presidenciales tenga lugar en mitad de una pandemia de salud pública, desatendiendo las llamadas de los expertos de salud y de la oposición entera de que se declare el estado de excepción y se pospongan legalmente las elecciones. Incluso la opinión pública de Polonia se opone mayoritariamente a que las elecciones tenga lugar en el contexto de la pandemia y quiere que el gobierno polaco se enfoque, en cambio, en tomar medidas para luchar contra la epidemia y apoyar la tambaleante economía del país.
“El PiS está jugando un juego cínico y peligroso que persigue solo un objetivo: aumentar las opciones de que su candidato, el titular Andrzej Duda, siga siendo presidente. Saben perfectamente que la crisis social y económica inminentes podrían destruir las oportunidades de Duda de mantenerse en el cargo”.
Juan Fernando López Aguilar, portavoz del Parlamento Europeo sobre Polonia y presidente de la comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, añadió:
“En la situación actual de confinamiento no se permite que la gente se reúna y los candidatos de la oposición no pueden hacer campaña. Entretanto, el presidente Duda está todavía en campaña por todo el país, apareciendo en todos los medios de comunicación que controla el PiS. Esto cuestiona la legitimidad democrática y la fiabilidad de unas elecciones que se celebren en esas condiciones. Además, introducir el voto por correo en un país de 40 millones de habitantes es un desafío logístico enorme y pondrá en riesgo de infección a miles de personas, incluyendo a los empleados y las empleadas de correos y a los miembros de los comités electorales.
“Asimismo, las medidas que se han adoptado recientemente van en contra del Código de Buenas Prácticas de la Comisión Venecia del Consejo de Europa, y contradice la decisión de 2006 del Tribunal Constitucional Polaco que prohíbe cualquier cambio en la legislación electoral seis meses antes de unas elecciones. La salud y la vida de los ciudadanos y las ciudadanas polacos y que se mantengan unos niveles democráticos mínimos exigen que estas elecciones se pospongan.
“Estamos esperando ver lo que hará ahora el Senado polaco. También le recordamos al comisario Reynders su pleno compromiso para evaluar si todas las medidas adoptadas por los Estados miembros en el contexto de la pandemia del coronavirus están alineadas con el imperio de la ley, los derechos fundamentales y la democracia”.
