El Parlamento Europeo va a aprobar una nueva ley que ayudará a los consumidores a embarcarse en la transición ecológica. El objetivo es ofrecer una mejor protección frente al lavado verde y las prácticas comerciales desleales, así como mejorar la información que se proporciona a los consumidores.
El Grupo S&D ha estado al frente de este dosier durante las negociaciones en el Parlamento Europeo. Gracias a nuestra determinación, las empresas tendrán que poner fin a la obsolescencia programada, con una prohibición de las características que limitan la durabilidad de un producto, cuyo objetivo es prolongar la vida útil de dispositivos que actualmente tienden a estropearse transcurridos 2-3 años. Mientras que la propuesta de la Comisión solo exigía informar a los consumidores sobre estas características, hemos dado un paso más y hemos introducido una prohibición legal.
Asimismo, las empresas tendrán que hacer que sus productos sean más reparables, y los consumidores estarán mejor informados gracias a una nueva etiqueta obligatoria de durabilidad —introducida por la ponente del S&D— que tendrán que llevar todos los productos. Además, la nueva legislación prohibirá las “declaraciones ecológicas” infundadas, o el lavado verde (greenwashing), ya que se han notificado más de 1.200 declaraciones de este tipo en el mercado de la UE. Por último, prohibirá a las empresas que presenten la compensación de emisiones de carbono como un activo, ya que esta práctica induce erróneamente a los consumidores a pensar que los productos o servicios en cuestión son seguros para el medio ambiente.
Biljana Borzan, vicepresidenta del Grupo S&D y ponente sobre la propuesta de Directiva relativa al empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica en la comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, ha declarado:
“Los Socialistas y Demócratas han estado en primera línea para garantizar que los consumidores realmente conozcan la calidad de los productos que compran desde un punto de vista medioambiental. Se han realizado avances para aumentar la transparencia de la calidad en la industria alimentaria: ahora, los consumidores también deberán estar informados de la sostenibilidad y durabilidad de esos productos.
La adopción de prácticas más sostenibles en la producción y el consumo de productos no solo beneficiará al medio ambiente, sino también a los bolsillos de la ciudadanía. Con la nueva Directiva relativa al empoderamiento de los consumidores para la transición ecológica que el Grupo S&D ha venido impulsando, las empresas tendrán que acabar con la obsolescencia programada y garantizar la reparabilidad de sus productos. En el actual contexto de crisis ambiental e inflacionaria que vivimos, que nos exige desperdiciar menos, esto es algo que cae por su propio peso”.
