Hoy, los miembros de la comisión especial del Parlamento Europeo sobre Injerencia Extranjera y Desinformación (INGE)* –creada por iniciativa de los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D en 2020– han votado su proyecto de informe final sobre cómo proteger el proceso democrático frente a la injerencia extranjera hostil.

Tras un año y medio de trabajo de investigación y decenas de audiencias, el informe de la comisión INGE revela las numerosas lagunas y deficiencias de la Unión Europea y de sus Estados miembros de cara a contrarrestar tácticas como las campañas de desinformación, las manipulaciones, los hackeos selectivos y las amenazas híbridas, que son utilizadas por potencias autoritarias extranjeras para atacar los cimientos de las sociedades democráticas europeas. La comisión INGE propone soluciones concretas, que incluyen medidas legislativas y económicas, así como el refuerzo de la alfabetización mediática y la imposición de sanciones a los actores implicados en las campañas de desinformación, a fin de remediar esta situación y reforzar la resistencia europea.

Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han garantizado la adopción de sólidas recomendaciones en el informe, incluyendo peticiones de una regulación más firme de las plataformas de redes sociales, en particular en lo que respecta a los algoritmos y a normas comunes y más contundentes sobre la financiación de los partidos políticos. Además, el Grupo S&D ha logrado exponer los estrechos vínculos existentes entre las campañas de desinformación de Rusia y partidos nacionales, en su mayoría de extrema derecha, como el FPÖ (Partido Liberal de Austria) austriaco, la Agrupación Nacional francesa y la Liga italiana. Además, el informe también arroja luz sobre la técnica de captación de funcionarios de alto nivel y de antiguos políticos de la Unión Europea por parte de empresas extranjeras que mantienen vínculos con gobiernos autoritarios.

Andreas Schieder, eurodiputado del Grupo S&D y negociador en la comisión especial INGE, dijo:

“La situación es mucho peor de lo que esperábamos en un principio. Rusia, China y otros Estados autoritarios están intentando debilitar las democracias europeas desde dentro. Utilizan a las empresas de redes sociales, presiones económicas e incluso a partidos políticos europeos, en su mayoría de extrema derecha, con la finalidad de intentar desestabilizar nuestro modelo de democracia liberal abierta.

“Durante las audiencias, identificamos diferentes episodios de esfuerzos recientes de injerencia por parte de terceros países y de actores no estatales. Fue especialmente chocante lo mucho que la extrema derecha de toda Europa está al servicio de la Rusia de Vladimir Putin. También conseguimos exponer cómo se utilizan las plataformas de las redes sociales para difundir desinformación, y cómo la dependencia de la energía y de la cadena de suministro nos hace vulnerables ante los Estados autoritarios.

“Desde que creamos la comisión INGE, nos ha parecido importante no sólo exponer estas prácticas hostiles, sino también poner sobre la mesa propuestas concretas sobre políticas y reformas para hacer frente a las campañas de injerencia extranjera. Hemos logrado incluir un llamamiento para prohibir las adquisiciones extranjeras de empresas europeas que tengan efectos perjudiciales para la seguridad de la Unión Europea y a fin de abolir el principio del mejor postor. También hemos propuesto prohibir las donaciones extranjeras que se dirijan a actividades políticas, en toda la Unión Europea, así como prohibir las empresas ficticias que se utilizan para ocultar el origen de la financiación. Por último, también hemos identificado el papel preocupante que juegan países como Serbia o Hungría, que ayudan a China y a Rusia en sus objetivos geopolíticos y a difundir ampliamente desinformación en los Balcanes Occidentales.

“Por lo tanto, se requiere una mayor acción por parte de la Unión Europea para contrarrestar sus campañas de injerencia que difunden un sentimiento anti-Unión Europea y tratan de desestabilizar toda la región.

“Pedimos a la Comisión Europea y a los Estados miembros que traduzcan ahora nuestras conclusiones en propuestas legislativas concretas que permitan preparar a nuestro continente para contrarrestar eficazmente dichas campañas”.

Pierfrancesco Majorino, coordinador del Grupo S&D en la comisión especial INGE, añadió:

“Con el informe de la comisión INGE, el Parlamento Europeo envía por fin un mensaje muy claro e inequívoco contra la injerencia extranjera en los procesos democráticos, y presenta propuestas inequívocas que permitirán contrarrestar cualquier tipo de injerencia. Hemos subestimado durante demasiado tiempo los efectos de las campañas de desinformación sobre la Unión Europea y sus Estados miembros.

“El Grupo S&D ha logrado incluir elementos importantes en el informe, como una mayor responsabilidad de las plataformas, el papel central de la alfabetización mediática, la protección de todo el proceso electoral, una mayor regulación de la financiación de los partidos y los actores políticos, y la afirmación de la transparencia como una garantía absoluta que debe exigirse a cualquiera que mantenga relaciones con el exterior.

“Ahora bien, está claro que no podemos quedarnos aquí: el Parlamento Europeo debe seguir siendo un guardián democrático fundamental y estar atento a todos los fenómenos de injerencia extranjera”.

Nota para los editores:

*El Grupo S&D propuso y defendió el establecimiento de una comisión parlamentaria especial del Parlamento Europeo sobre Injerencia Extranjera y Desinformación en todos los procesos democráticos de la Unión Europea, incluyendo la desinformación (INGE), que se creó en 2020 y está presidida por el eurodiputado del Grupo S&D Raphaël Glucksmann.  La votación de su informe final en el pleno está prevista en marzo de 2022.

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