Los Socialistas y Demócratas condenan firmemente la decisión de Turquía de abandonar el Convenio de Estambul, un tratado emblemático que firmaron 45 países y la Unión Europea para prevenir y luchar contra la violencia que se ejerce contra las mujeres y contra la violencia doméstica.
Expresamos nuestra solidaridad con las miles de mujeres turcas que han salido a la calle para pedirle al presidente Recep Tayyip Erdoğan que se retracte de esta lamentable decisión.
La eurodiputada del Grupo S&D Evelyn Regner, que es la presidenta de la comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género, afirmó:
“Retirarse del Convenio de Estambul es otro ataque de Erdoğan contra la democracia. El Convenio versa sobre la protección de las mujeres frente a la violencia. Cada mujer tiene derecho a vivir con seguridad y libertad.
“La actual involución respecto a los derechos de la mujer y la igualdad es un ataque orquestado contra el Estado de derecho. El Convenio de Estambul está causando gran malestar entre los “machitos” que están en el poder no solo en Turquía, sino también en Polonia y Hungría. En el Parlamento Europeo, nos oponemos a esta política contra los seres humanos y exigimos que haya consecuencias. Todos los jefes y las jefas de Estado y de gobierno deben condenar la decisión de Turquía en la cumbre de la Unión Europea de este jueves”.
Nacho Sánchez Amor, eurodiputado del Grupo S&D y ponente del Parlamento Europeo para Turquía, añadió:
“Estamos consternados por la decisión del gobierno turco de retirarse del Convenio de Estambul. Con esta retirada se cumple una de las peores promesas políticas que ha realizado el liderazgo actual, que está imponiendo una agenda ultraconservadora que aleja a Turquía incluso más de la Unión Europea y de los estándares internacionales de la Unión Europea. Forma parte de una tendencia muy preocupante de acciones que se han visto en los últimos tiempos en el ámbito de los derechos humanos y del Estado de derecho y que requiere una evaluación seria por parte de la Unión Europea.
“No encontramos ninguna lógica a esta acción lamentable, ¡ya que el texto del Convenio es exactamente el mismo que otro que firmó y ratificó el gobierno de Turquía, en el cual afirmaba con orgullo que era el primer país en hacerlo! Los valores que están consagrados en la Constitución de Turquía no están abiertos a una reinterpretación partidista”.
