Hoy, el Parlamento Europeo votará un informe en el que se pide un planteamiento a escala europea con respecto a la prostitución, cuyo núcleo sean los derechos de la mujer, la protección contra la violencia y la igualdad de género.

El informe elaborado por la eurodiputada del S&D Maria Noichl exige que se descriminalice a las personas que trabajan en la prostitución y se faciliten más servicios de apoyo para aquellas que desean dejarla. Pide, asimismo, que se reduzca drásticamente la demanda haciendo frente a los compradores de sexo y a todos aquellos que se benefician de la prostitución de otras personas.

La prostitución afecta a las personas más marginalizadas de nuestras sociedades, y la mayoría de la gente que trabaja en la prostitución son mujeres y niñas, mientras que la mayoría de los compradores son hombres. El informe reconoce que hay una minoría que afirma ejercer la prostitución por voluntad propia. Sin embargo, la mayoría de las mujeres que trabajan en la prostitución la dejarían si tuvieran una alternativa realista.

Maria Noichl, autora del informe y coordinadora del Grupo S&D en la comisión FEMM, ha declarado:

“Creo firmemente que el Parlamento Europeo va a transmitir un potente mensaje de apoyo a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, que están siendo arrastradas a un sistema de violencia y explotación. Ha llegado el momento de adoptar decisiones a escala de la UE para acabar con unos sistemas y normas vergonzosos que solo benefician a los tratantes de personas, los proxenetas y los compradores de sexo. La prostitución es una prolongación del patriarcado, profundamente sexista y racista, y refleja las desigualdades sociales y económicas dentro de la UE y a escala internacional. En torno a un 70% de las personas que ejercen la prostitución en la UE son de origen migrante y se encuentran en situaciones especialmente vulnerables en algunos de nuestros Estados miembros, como Alemania, o más si cabe en Austria.

La trata de seres humanos, la delincuencia organizada y la prostitución no conocen fronteras. Debemos abordar todas estas cuestiones a escala de la UE.

Mientras esté socialmente aceptado que las mujeres estén a la venta, no podremos conseguir una verdadera igualdad de género. Debemos invertir en programas de prevención, educación y salida, así como en unas mejores políticas sociales y migratorias. No erradicaremos la prostitución por completo. Sin embargo, a fin de cambiar la sociedad, reducir la demanda y proteger a las personas vulnerables, tenemos que modificar la legislación. Nuestro objetivo es encontrar una solución europea a un problema europeo que se ha ignorado hasta la fecha y poner fin a una explotación que solo supone dinero para otros”.

Heléne Fritzon, eurodiputada del Grupo S&D y vicepresidenta responsable de igualdad de género, ha añadido:

“La prostitución no es trabajo sexual, ni una forma de empleo, como algunos quieren hacer creer. Una situación en la que una mujer puede ser víctima de violencia a manos de un extraño que paga por satisfacer su deseo sexual en su cuerpo no puede considerarse un empleo. Se trata de una fuente de sufrimiento para mujeres y niños/as.

El informe del Parlamento Europeo sugiere un planteamiento europeo basado en el ‘modelo de igualdad’, que criminaliza la compra de sexo al tiempo que descriminaliza a la persona explotada con fines de prostitución. Es algo fundamental puesto que es la demanda la que determina el mercado y constituye por tanto la base de la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Asimismo, se reclaman más inversiones en programas de salida y una mejora de la aplicación del modelo.

La UE tiene que tomar medidas para que se deje de comerciar con el cuerpo de las mujeres en el mercado único y reforzar nuestro trabajo encaminado a eliminar todas las formas de violencia de género”.

Nota para los redactores/as:

Según datos de la Fundación Scelles, citada por un estudio del Servicio de Investigación del Parlamento Europeo, la prostitución afecta a entre 40 y 42 millones de personas en todo el mundo, de las cuales un 90% dependen de un proxeneta y un 75% tienen entre 13 y 25 años. Los órganos de enjuiciamiento penal de los Países Bajos estiman que en torno al 70% de las aproximadamente 30.000 prostitutas del país han sido forzadas a prostituirse mediante el uso de la violencia o se les ha inducido a ello a través de un “loverboy” (un proxeneta que se hace pasar por novio).

Según la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y Europol, la liberalización de todos los aspectos de la prostitución contribuye a que la trata de seres humanos prospere y pueda ocultarse detrás de un “negocio legal”.

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Vicepresidenta
Suecia
Coordinadora
Alemania
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