Después del discurso sobre el Estado de la Unión del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, el presidente del Grupo S&D, Gianni Pittella, afirmó:

“El Grupo S&D expresa su satisfacción por el discurso de Juncker; sus elementos positivos superan con creces las deficiencias. Tenemos que reconocer que la Comisión Europea está haciendo todo lo que puede para revertir las tendencias de la era Barroso, alejándose de la renacionalización de las competencias. En este sentido, el Parlamento Europeo y la Comisión se mantienen unidos en la defensa de los logros de la integración. Ahora depende de los Estados miembros en Bratislava el sumarse, junto a la Comisión y al Parlamento Europeo, garantizando su apoyo al refuerzo de los instrumentos que a la Unión Europea le hacen falta desesperadamente para abordar los retos actuales. No podemos afrontar los retos de la austeridad, el bajo crecimiento, los flujos migratorios, el Brexit y el terrorismo armados solo con una pistola de agua. No podemos esperar que a que se produzcan los acontecimientos; ya sea el referéndum británico, las elecciones francesas o las elecciones alemanas. Para avanzar, debemos actuar ahora.

“El Grupo S&D recibe con mucho agrado la intención de la Comisión Europea de duplicar el plan de inversión. Debe ser una piedra angular para relanzar nuestra economía y mejorar la justicia social. Sin embargo, seguimos siendo muy escépticos en relación con la consistencia real del plan y su capacidad de garantizar nuevas oportunidades de inversión en las regiones de Europa que están peor posicionadas económicamente. Son inaceptables las operaciones que sean meramente estéticas, así como los artificios de “contabilidad creativa”. Estaremos supervisándolo muy atentamente.

“El Grupo S&D aprecia la posición del presidente Juncker en relación con la necesidad de superar la austeridad ciega y abrazar un enfoque nuevo y más inteligente respecto a la flexibilidad. Esperamos que este mensaje claro también les llegue a Schauble y a sus amigos: los únicos que todavía tienen que darse cuenta de los efectos destructivos de la austeridad en nuestras sociedades de Europa. En este sentido, nunca ha habido y nunca habrá posibles motivos para cooperar con el PPE (Partido Popular Europeo).

“Los recientes casos de Barroso y Apple han demostrado que existe una necesidad desesperada de contar con una política resolutiva contra la evasión fiscal y que se produzca una moralización de nuestra economía. Le pedimos al presidente Juncker que pase de las palabras a los hechos y que presente una propuesta sobre la BICCIS (Base Imponible Consolidad Común del Impuesto sobre Sociedades), una lista negra de paraísos fiscales y una propuesta sobre los denunciantes, y que dirija a la Comisión Europea a la primera línea de la lucha contra los conflictos de intereses, previendo, por ejemplo, una ampliación del periodo de reflexión.   

“Insistimos en que hace falta revisar nuestro enfoque común respecto a la globalización. Mientras recibimos con mucho agrado la sabia creación de un Fondo Europeo de Inversiones Estratégicas (FEIE) para África y la urgente necesidad de abordar el vergonzoso fenómeno de los niños inmigrantes no acompañados, como ha pedido nuestro Grupo, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D están firmemente en contra de que se conceda el Estatuto de Economía de Mercado (EEM) a China, mientras debemos considerar seriamente las preocupaciones de los ciudadanos en relación con el ATCI (Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión). Compartimos la petición firmemente articulada de Juncker a los Estados miembros para que ratifiquen pronto el acuerdo COP21 (21ª Conferencia de las Partes). La Unión Europea no se merece ser calificada de ridícula en este asunto.

“Juncker nos prometió una agenda social que tendría una calificación Triple A, pero no se han ofrecido muchos resultados todavía. Pedimos protecciones más firmes para los que tengan un trabajo precario, que resulta en particular de la revolución digital.

“En cuanto al terrorismo, la bola no puede dejarse solamente en el terreno de los gobiernos. La Unión Europea debe asumir el liderazgo y abrir el debate para perfilar una política común de seguridad que se base en instrumentos comunes, como el FBI europeo.

“El Grupo S&D confirma su apoyo a la Comisión Europea, que está vinculado a la capacidad de ofrecer resultados y conformar juntos una Europa que sea mejor”.