La audiencia de ayer en la que participaron cuatro grandes multinacionales –Apple, Google, IKEA y McDonald's– y miembros de la comisión especial sobre resoluciones fiscales y otras medidas de naturaleza o efectos similares (TAXE) del Parlamento Europeo que estudia sus prácticas fiscales en Europa acabó siendo inútil, según los eurodiputados y las eurodiputados del Grupo S&D.
 
El portavoz del Grupo S&D en la comisión especial sobre fiscalidad, el eurodiputado Peter Simon, dijo:
 
“Las empresas hablan mucho, pero lamentablemente dicen muy poco. Hasta las preguntas que se dirigían específica y directamente a abordar las prácticas fiscales dudosas o sus acuerdos fiscales recientes con las autoridades fiscales se bloquearon casi mecánicamente con la misma respuesta: “sencillamente estaban usando de la mejor manera posible el actual marco jurídico”. Y en cada ocasión ¡no había sentimiento de culpa”.
 
“Fue muy revelador escuchar que esas empresas básicamente rechazan cualquier responsabilidad ética en el ámbito de la fiscalidad. Esta actitud está en total contradicción con “los principios corporativos” magnánimos que estas empresas subrayan a menudo. Para el Grupo S&D del Parlamento Europeo, esto muestra de manera concluyente, una vez más, que cuanto menos margen interpretativo haya de la actual legislación fiscal en Europa, mejor. Lucharemos con determinación contra cualquier intento de los Estados miembros de la Unión Europea para debilitar las normas”.
 
El eurodiputado del Grupo S&D y co-ponente de la comisión especial de fiscalidad, Jeppe Kofod, añadió:
 
“Ayer oímos cómo empresas multinacionales como Google, IKEA y Apple pedían una legislación fiscal transparente y sencilla. Hoy, les pido que ofrezcan respuestas sencillas y transparentes. Obtendremos las respuestas y la información que nos hace falta, sin importar lo testarudamente que estas multinacionales se atengan a argumentos fijados y preparados. Las empresas pueden decidir por sí mismas si quieren implicarse con nosotros o no. Podemos legislar, y lo haremos, en cualquier caso. Nos hacen falta nuevas normas ambiciosas sobre la información pública desglosada país por país y un mejor intercambio de información entre las jurisdicciones fiscales La evasión fiscal, en todas sus formas, está dañando a Europa y perjudicando al mundo en desarrollo, a los empleados y a las pequeñas empresas.
 
“Queremos un sistema justo y transparente que garantice que todo el mundo contribuye a la sociedad y que nadie puede beneficiarse de prácticas fiscales que son ilegales.
 
“Mi mensaje es sencillo: nadie es demasiado rico ni demasiado grande para pagar impuestos. Todos nosotros tenemos que contribuir a la sociedad”.