Después de la audiencia de ayer de la comisión de investigación del escándalo de las emisiones de vehículos del Parlamento Europeo, el Grupo S&D pide que la comisión investigue más la mala utilización de las lagunas jurídicas de la legislación de la Unión Europea y confronte a los fabricantes por sus hallazgos. Este trabajo será crucial para garantizar una revisión exhaustiva de las normas de emisión de la Unión Europea y poner fin a las lagunas jurídicas y al comportamiento poco ético de los fabricantes de automóviles.
Después del escándalo Dieselgate, los nuevos hallazgos sugieren que algunos fabricantes de coches están utilizando una laguna jurídica para soslayar las normas de la Unión Europea sobre los niveles de emisión de CO2 y nitrógeno. Estas empresas estarían usando abusivamente la posibilidad jurídica de desactivar el equipo del control de emisiones ante ciertas temperaturas ambiente, en teoría, para proteger el motor.
Seb Dance, coordinador del Grupo S&D en la medición de las emisiones en el sector automovilístico, dijo:
“Las informaciones reveladas por la Asociación de Control de las Emisiones mediante Catalizador (AECC) –que afirman que las tecnologías de control de emisiones, como la Reducción Catalítica Selectiva (SCR) y la trampa de óxidos de nitrógeno (LNT), pueden operar perfectamente bien con cualquier temperatura exterior– no concuerdan con lo que han afirmado algunos fabricantes de vehículos. Se plantea el interrogante de por qué tantas empresas automovilísticas están preparando sus vehículos para pasar pruebas de emisiones y después desactivan los controles de emisiones cuando están en carretera.
“Los expertos desecharon ayer la defensa de que las temperaturas exteriores extremas requieren esa desactivación. Es asombroso que los fabricantes de vehículos puedan agravar el riesgo existente para la salud pública. Más de 400.000 europeos mueren prematuramente cada año debido a contaminación aérea tóxica. Puede que estén siguiendo al pie de la letra la legislación, pero ciertamente no siguen el espíritu de la ley. Nos hacen falta respuestas claras tanto de la Comisión Europea como de los fabricantes de automóviles”.
Kathleen van Brempt, vicepresidenta del Grupo S&D, dijo:
“En los Estados Unidos, los mismos modelos de los mismos fabricantes con exactamente los mismos componentes de hardware emiten muchas menos sustancias contaminantes y cumplen con los requisitos más exigentes solo porque el software y la gestión del motor están usando el tratamiento de gases de escape en una variedad mucho más amplia.
“Es inaceptable que los fabricantes de vehículos estén considerando que los ciudadanos europeos son de segunda categoría en comparación con sus homólogos estadounidenses. Debemos poner fin a la continua desactivación de la depuración del gas en la Unión Europea.
“Pedimos una investigación exhaustiva de todas las posibles prácticas de engaño y una reforma en profundidad de las normas actuales y de los sistemas de control”.
Note para los editores:
La definición de “baja temperatura” es 10°C ó 17°C según algunos de los fabricantes de coches sospechosos de manipulación. En teoría, los dispositivos de manipulación están prohibidos por la Regulación 715/2007, pero se permiten ciertas exenciones, principalmente “para proteger el motor contra daño o accidente y para el funcionamiento seguro del vehículo”. Los fabricantes han usado este párrafo como una laguna jurídica, afirmando que tienen que proteger los motores. Las pruebas presentadas en las audiencias de la EMIS (Comisión de Investigación sobre la Medición de las Emisiones en el Sector del Automóvil), incluyendo los hallazgos de varias instituciones de investigación, han confirmado que las tecnologías de control de las emisiones pueden trabajar en todas las condiciones medioambientales. Según estos hallazgos, las bajas temperaturas exteriores no tienen ninguna influencia en el funcionamiento del sistema de control de las emisiones (incluso con temperaturas bajo cero). Cuando la tecnología del control de emisiones se desactiva a 17°C, significa que 8 de cada 12 meses al año –de media– el vehículo está emitiendo una enorme cantidad de sustancias contaminantes. Es una práctica muy poco ética aunque no pueda calificarse de clara violación de la legislación de la Unión Europea, dada la vaga definición de dispositivo de manipulación en la legislación de la Unión Europea.
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