Los países de la Unión Europea no ha conseguido integrar adecuadamente a los niños y las niñas refugiados en sus sistemas escolares, según muestra un nuevo estudio comparativo que ha presentado hoy el Global Progressive Forum (GPF, Foro Progresista Mundial), antes del debate del próximo mes en el Parlamento Europeo con la Comisión Europea y el Consejo sobre la protección de los niños y las niñas refugiados.

 

La normativa de la Unión Europea prevé que cada país europeo debe ofrecer acceso a la educación a cada niño o niña refugiado en un plazo de tres meses desde que se complete la solicitud de asilo. La investigación que ha promovido el Foro Progresista Mundial, en cooperación con el Grupo de Política Migratoria y la Red SIRIUS sobre Migración y Educación, subraya en cambio demoras y falta de recursos para cumplir este objetivo. En el mejor de los escenarios, la educación que se facilita se traduce a menudo en actividades recreativo-educativas, no en una escolarización real. Además, se observan diferencias significativas entre los países de la Unión Europea y también dentro de un mismo país.

 

Presentando el estudio en el Parlamento Europeo, en Bruselas, el presidente del GPF, el eurodiputado, Enrique Guerrero, afirmó:

“Desde principios de 2015, al menos 1,5 millones de niños y niñas han llegado a campamentos de refugiados en Europa y Turquía huyendo de conflictos en sus países de origen. La mayoría de ellos ya ha perdido una media de dos años y medio de escolarización en sus países de origen debido al impacto del conflicto y la violencia (UNICEF 2017). Una vez en Europa, las transferencias entre centros de refugiados y otras demoras al evaluar sus peticiones de asilo pueden añadir hasta tres años y medio más en los que se ven privados de oportunidades de aprendizaje. En el caso de los menores que no están acompañados, puede demorarse incluso más, ya que también hay que facilitarles un guardián.

“Hablando en términos pragmáticos, enviar a los niños y las niñas refugiados al colegio es también la mejor forma de protegerles de abusos, explotación y radicalización.

“Lamentablemente, uno de los hallazgos más dramáticos de nuestro estudio es que la mayoría de estos niños han desaparecido dramáticamente del radar de las autoridades públicas. Hay muy pocos datos oficiales e información sobre ellos y su integración en las escuelas”. 


Thomas Huddleston, director de investigación del Grupo de Política Migratoria y presidente de la Red SIRIUS sobre Migración y Educación, añadió:  

“Aunque los Estados miembros han tenido tres años para preparar recomendaciones concretas y han contado con el respaldo de la Comisión Europea y de expertos como SIRIUS, nuestro estudio muestra que el apoyo a los estudiantes refugiados y sus familias es todavía insuficiente, así como importantes diferencias y lagunas entre países europeos.  

“Europa también está fallándoles a los niños y las niñas refugiados al no supervisar cómo les va en el colegio y la sociedad. Europa no puede mirar hacia otro lado en relación con las necesidades de estos niños y su fuerte deseo de aprender”.

Consulte el estudio completo aquí: www.globalprogressiveforum.org/backtoschool