El valiente discurso del presidente del Grupo S&D, Gianni Pittella, por una nueva dirección en Europa

El presidente del Grupo S&D, Gianni Pittella, ha ofrecido un valiente discurso a favor de una nueva dirección en Europa al dirigirse al presidente de la Comisión Europea, Juncker, en la sesión plenaria, antes de la votación de hoy sobre la nueva Comisión.

“Nos hace falta un pacto social por Europa e involucrarnos en un pacto con los ciudadanos europeos”.

Lea el texto completo del discurso.
Querido presidente,

Hoy, el peor enemigo de Europa no es el populismo, somos nosotros; la falta de acción y la falta de valentía de la clase dirigente.

Pasó el momento de compromisos débiles.

La contribución de nuestro grupo será esta: presionarle, subir el listón cada vez más. Seremos el alma crítica de la mayoría.

Eso es lo que le hace falta a la Comisión. Así es cómo nos hemos comportado en las negociaciones de estas últimas semanas.

Si no hubiéramos estado allí, si, por ejemplo, Franz Timmermans no se hubiera convertido en vicepresidente de Desarrollo Sostenible, esta Comisión sería más débil. 

Hoy ha dicho algunas cosas muy importantes.

Ha hablado de un contrato político con nosotros.

Le hemos propuesto un acuerdo con los ciudadanos porque nos preocupa su vida, y no solo la política en abstracto.

En su discurso de hoy, hubo pasos significativos en esta dirección.

Ha hablado de medicamentos, uno de los productos más importantes en la vida de los europeos. Trasladó la competencia sobre los medicamentos al comisario de Industria y Mercado Interior.

Pero, ¿qué tienen que ver los medicamentos y la salud con el mercado interior?

Hoy, ha anunciado que los medicamentos y los productos farmacéuticos serán de nuevo competencia del comisario de Salud. No queremos decir que fue nuestro logro, pero fue nuestra lucha política y estamos orgullosos de ello.

Junto a la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (ATCI), avanzó un poco al fijar algunos límites a la utilización de cláusulas de arbitraje, pero no es suficiente. Defendemos el comercio internacional, pero no estamos dispuestos a cuestionar nuestro modelo de sociedad.

Hay dos asuntos que serán cruciales en el pacto europeo que estamos firmando hoy.

El primero es el plan de inversión.

No aceptaremos acuerdos secretos entre los Estados miembros y no aceptaremos una mera operación de cirugía estética. En relación con las inversiones, jugamos el partido por la credibilidad de esta Comisión y, probablemente, del futuro del proyecto europeo, y es consciente de ello. Le apoyamos, y en esto le hacemos falta. Pero también le necesitamos. Necesitamos que no permita que se marginalice al Parlamento en la elaboración del plan.

Juntos, debemos desafiar a los Estados miembros más reacios. Le propongo tres medidas:

1.   Concedamos parte de los activos de la Facilidad Europa de Estabilidad Financiera al Banco Europeo de Inversiones (BEI), reforzando así su capital.
2.   Contemos las inversiones europeas de forma inteligente, y subrayo que me refiero a las europeas y no las nacionales, que, siendo europeas, no deben calcularse en el balance nacional.
3.   Salga de lo habitual. Enfóquese en la cultura, porque el crecimiento actual depende de la creatividad. Miré los resultados del Premio Nobel, la semana pasada, mire cuántos europeos lo han recibido. Multipliquemos por cinco las inversiones en programas culturales. Podemos hacerlo. De esta forma, les daremos a los europeos el mejor Premio Nobel, ¡el del crecimiento!
Y esta debe ser también la forma de deshacerse de la sombra que pesa sobre la Comisión; la idea de que la cultura y la educación son asuntos secundarios, de sacrificios en nombre de trueques políticos con los gobiernos más débiles.

El segundo pilar europeo es la Europa social.

El crecimiento no es un amuleto. La inversión y el crecimiento deben estar al servicio de la solidaridad.

De nuevo, hablamos de la vida de las personas.

No queremos una guerra entre los trabajadores europeos.

Queremos que se reviste la Directiva sobre el desplazamiento de trabajadores. Se ha comprometido a ello, pero queremos más.

Debemos apoyar a las mujeres, especialmente a las mujeres solteras que trabajan.

Hizo lo que pudo para garantizar la representación femenina en la Comisión. No tuvimos éxito.

Debemos adoptar medidas concretas.

En esta legislatura, tenemos que aprobar la Directiva sobre la baja por maternidad que el Consejo culpablemente enterró.

Un dibujo preciso de la política exterior también mejoró su discurso.

En esto, también nos hemos dado cuenta con agrado de que hay un cambio de ritmo y más ambición, que con Federica Mogherini podemos finalmente alimentar.

Y sabemos lo mucho que hace falta en la actualidad, con todas estas terribles urgencias que está viviendo el continente africano.

Señor presidente, señores comisarios, tienen una tarea titánica.

Les pido que sean valientes.

Sigan sin miedo.

No se detengan.

Y si lo hacen, no se preocupen, les empujaremos a avanzar y les daremos el coraje que no tengan.

Buena suerte.

Contacto(s) de prensa del Grupo S&D