El Grupo S&D ha ganado hoy una batalla importante para la salud de los ciudadanos y las ciudadanas europeos, a pesar de la oposición de los eurodiputados y las eurodiputadas conservadores del Parlamento Europeo y de los fuertes grupos de presión de multinacionales de pesticidas. Se ha rechazado una propuesta de la Comisión Europea sobre los alteradores endocrinos, que habría excluido ciertos pesticidas perjudiciales de la prohibición general de las sustancias que son alteradores endocrinos. Ahora, la Comisión Europea tendrá que presentar una nueva propuesta que tenga en cuenta nuestras preocupaciones medioambientales y de salud.

Los alteradores endocrinos son sustancias que interfieren con las hormonas humanas. Todos nosotros estamos expuestos a ellos a diario en productos como los envases de alimentos, la ropa, el maquillaje o la comida. Por eso, el Grupo S&D ha estado pidiendo desde hace varios años medidas específicas para evitar que esas sustancias causen ningún daño.

La Comisión Europea presentó finalmente en julio una propuesta para establecer criterios científicos que identificaran las propiedades de los alteradores endocrinos. Sin embargo, esta propuesta incluye una derogación* para ciertos pesticidas que son potencialmente perjudiciales. Por eso, los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D han liderado hoy una votación parlamentaria para rechazar la propuesta de la Comisión Europea.

La portavoz de Salud y Medio Ambiente del Grupo S&D, la eurodiputada Miriam Dalli, afirmó:

“El Parlamento Europeo tiene el derecho de escrutinio y tiene la obligación de oponerse cada vez que la Comisión Europea se extralimite en su capacidad reguladora. Este es un caso claro en el que la Comisión Europea se ha excedido del mandato que le dieron el Parlamento Europeo y el Consejo cuando ignoró la decisión de los co-legisladores de introducir una prohibición estricta sobre los pesticidas que son alteradores endocrinos.

“Esta derogación es sencillamente una laguna jurídica para apaciguar a la industria de pesticidas. Es obligación de la Unión Europea proteger la salud pública y debemos manifestarnos y dejar nuestra posición clara, como hacemos ahora, cuando la presión por obtener beneficios ponga en peligro la salud pública”.

La portavoz sobre los Alteradores Endocrinos del Grupo S&D, la eurodiputada Jytte Guteland, afirmó:

“El Parlamento Europeo ha defendido hoy la salud de las personas y el medioambiente. La propuesta de la Comisión Europea fracasó a la hora de garantizar suficiente protección frente a estas sustancias químicas y no era jurídicamente buena. El Parlamento Europeo y el Consejo ya han decidido claramente prohibir todos los alteradores endocrinos. La Comisión Europea solo tenía el mandato de establecer criterios científicos para identificar las sustancias que son alteradores endocrinos; nada más. En cambio, decidió incluir una derogación de ciertas sustancias, creando por lo tanto una enorme laguna jurídica. La Comisión Europea ahora tendrá que volver con una propuesta que no incluya esta derogación. 

“Para abordar apropiadamente todas las preocupaciones de salud relacionadas con las sustancias alteradoras endocrinas es de suma importancia que establezcamos criterios horizontales para identificar a los alteradores endocrinos de forma que puedan aplicarse a todos los sectores, no solo a los pesticidas y los biocidas. De otro modo, la salud de nuestros ciudadanos y ciudadanas solo estaría parcialmente protegida. Esperamos que la Comisión Europea lo entienda y actúe sin demora”.

 

* Nota para los redactores

La derogación que se ha propuesto significaría esencialmente que una sustancia que deliberadamente trabaja sobre organismos específicos (un insecto que se considera plaga) a través del sistema endocrino no significa realmente que tenga que ser clasificada como una sustancia alteradora endocrina en relación con organismos que no son su objetivo (todos los demás insectos que no son objetivos del pesticida, pero que se verán afectados por el mismo, ya que están en el mismo entorno).

En la práctica, la propuesta de la Comisión Europea significa que seres vivos que pertenecen al mismo grupo de clasificación (el llamado filum, en este caso “artrópodos”) que los insectos objetivo (considerados plagas), que pueden verse afectados por los alteradores endocrinos porque tienen sistemas hormonales, serían categorizados como organismos que no son objetivo y, por lo tanto, no se consideraría que las sustancias usadas tienen propiedades de alteración endocrina en ellos. Así es que los pesticidas utilizados matarían tanto a los insectos objetivo como a los que no son objetivo a través de sus sistemas endocrinos.