El convoy integrado por 31 camiones que fue atacado el lunes por un avión sirio o ruso en la zona rural de Urem al-Kubra, en las afueras de Alepo, ha acabado con la vida de, al menos, 20 personas en Siria, incluyendo trabajadores humanitarios. Después de este ataque, las Naciones Unidas se han visto obligadas a suspender el envío de convoyes de ayuda.
Hoy, otro ataque aéreo ha matado a cuatro médicos de la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y Socorro (UOSSM) cerca de Alepo.
El eurodiputado y vicepresidente del Grupo S&D, el eurodiputado Victor Boştinaru, afirmó:
“Estos ataques son sencillamente vergonzosos e inaceptables. Si el convoy humanitario y los profesionales médicos fueron un objetivo deliberado de este ataque, como parece ser el caso, es una violación clara de la legislación humanitaria internacional y constituye un crimen de guerra. Condenamos firmemente estos ataques despreciables, que también violan el acuerdo de alto al fuego del 9 de septiembre, y pedimos una investigación en profundidad que lleve al procesamiento de los autores.
“En la actualidad, no garantizar la protección de los trabajadores humanitarios y los profesionales y las estructuras médicas no solo tiene graves repercusiones en el trabajo humanitario en Siria, sino que también puede poner en peligro que se facilite ayuda humanitaria en otros lugares. La población sitiada de Siria, que ya ha sufrido muchísimo, tiene una necesidad desesperada de recibir esa ayuda. Es una obligación primordial de la coalición internacional garantizar que los profesionales médicos y los trabajadores humanitarios están protegidos y que los civiles pueden acceder a la ayuda humanitaria.
“Por lo tanto, pedimos el fin muy urgente de todos los bombardeos aéreos indiscriminados contra civiles y que se implemente, se respete y se prolongue el cese de las hostilidades, con la finalidad de permitir el pleno acceso a todas las áreas sitiadas.
“También nos gustaría transmitir nuestras condolencias a la Media Luna Árabe Roja de Siria y a la UOSSM, así como a las familias de todos los trabajadores humanitarios, el personal médico y los civiles que murieron en estos ataques”.
