Dos años después de la tragedia del Rana Plaza, las fábricas de textiles de Bangladesh están lejos de ser humanas

En el segundo aniversario del derrumbamiento del edificio Rana Plaza, los Socialistas y Demócratas recuerdan a las víctimas y siguen presionando por condiciones laborales dignas para los cuatro millones de trabajadores de la industria textil de Bangladesh.
 
También les pides a las marcas internacionales presentes que paguen la compensación que les deben a los supervivientes y a los familiares de las víctimas. 8,5 millones de dólares no es nada para empresas cuyos beneficios ascienden a miles de millones de dólares. 
 
La próximas semana, una resolución del Parlamento Europeo, que ha sido presentada por el Grupo S&D, reconoce algunas mejoras, incluyendo el hecho de que, en Bangladesh, se han cerrado permanentemente 29 fábricas porque no cumplían las normas mínimas de seguridad, pero pidiendo medidas más contundentes por parte del gobierno.
 
El gobierno de Bangladesh no ha introducido los cambios necesarios en la Ley Laboral de Bangladesh del 2013, que incluye numerosos obstáculos para ejercer la libertad de asociación y de negociación colectiva, la prohibición de la autoridad de los sindicatos en las zonas francas industriales (EPZ, por sus siglas en inglés) y donde faltan inspecciones laborales efectivas para aplicar la normativa laboral.
 
Los Socialistas y Demócratas también han criticado el hecho de que los miembros de los sindicatos hayan sufrido discriminación y hayan sido despedidos, y las represalias contra los sindicatos de reciente creación.
 
El eurodiputado David Martin, que es el portavoz de Comercio Internacional del S&D, dijo:
 
“Aunque recibimos con agrado el cierre de las fábricas que no son seguras en Bangladesh, que no cumplen las normas mínimas, queremos un reforma total de la Ley Laboral de Bangladesh para garantizar que los edificios son seguros y que existe una legislación de salud y seguridad que sea contundente para poder apoyar empleos que son vitales en la industria de confección. Para lograrlo, el Grupo S&D le pide al gobierno de Bangladesh que adopte medidas mucho más enérgicas. Las empresas internacionales tienen una obligación moral de tratar a sus trabajadores con respeto: empezando por una compensación adecuada para los supervivientes, que llevan esperando demasiado. Es una vergüenza que, después de meses de parón, las empresas hayan ofrecido poca o ninguna contribución al Fondo Fiduciario de Donantes Rana Plaza, dado el alcance de su implicación”.
 
La eurodiputada Agnes Jongerius, portavoz del S&D en este tema, dijo:
 
“La industria textil debe asumir su responsabilidad en esta tragedia, así como en la seguridad y el bienestar de los cuatro millones de trabajadores textiles de Bangladesh, de los cuales el 80% son mujeres. El gobierno de Bangladesh debe asegurarse de que la industria lo garantiza adecuadamente y de que los trabajadores puedan disfrutar de su derecho a crear sindicatos. Solo entonces podrán los ciudadanos defenderse y enfrentarse con empleadores que permiten que se trabaje en condiciones peligrosas e inhumanas”.

Eurodiputados que participan
Jefa de delegación
Coordinadora
Los Países Bajos