Discurso de Gianni Pittella sobre las prioridades de la Presidencia holandesa pronunciado en Estrasburgo, el 20 de enero

Durante los próximos seis meses, su Presidencia llegará a su momento decisivo: por un lado, será en parte responsable, si bien a regañadientes, del fin de la integración europea, mientras que, por otro lado, podría estar en primera línea de la recuperación de Europa.

Nuestro Grupo quiere ayudarle a elegir el camino de la recuperación.

Para hacerlo, debemos apuntalar nuestras políticas económicas, los Estados miembros deben comprometerse a reforzar el Plan de Inversión y debemos sentar las bases para que la Unión Europea tenga competencia fiscal. Es momento de la esencia. Debemos facilitar que los Estados miembros inviertan. Por ese motivo, defendemos el concepto de flexibilidad presupuestaria que ha introducido esta Comisión Europea. La flexibilidad también es la clave para abordar la crisis de los refugiados, como ha dicho con acierto el presidente Juncker. También debemos avanzar en la Unión Bancaria y aprobar el sistema de garantía de depósitos.

En cuanto a nuestros asuntos fiscales, esperamos un cambio de rumbo en apoyo de los esfuerzos realizados por la Comisión Europea. No podemos continuar obsesivamente con el dogma de la disciplina presupuestaria nacional y, sin embargo, permitir que las empresas multinacionales desvíen cientos de miles de millones de euros de las arcas públicas. Los impuestos deben pagarse donde se generan los beneficios y, por eso, le estamos pidiendo a la Presidencia holandesa que apoye las propuestas que se recogen en el informe Ferreira-Theurer. Primero, y ante todo, nos gustaría que se adoptara pronto “la información desglosada país por país”.

También necesitamos una llamada de atención en relación con la Europa social. El dumping social es una desgracia. Nuestro Grupo quiere que la Presidencia holandesa sea recordada por su contribución a la adopción de un buen paquete de movilidad laboral. En las próximas semanas, la Comisión Europea presentará ese paquete y deseamos, particularmente, que se revise la Directiva sobre el desplazamiento de trabajadores. Para nosotros, esto es de vital importancia y forma parte del acuerdo, en base al cual afirmamos nuestra confianza en la Comisión Europea.

Existen varias propuestas sobre la mesa para solucionar la crisis de los refugiados: la creación de puntos críticos, mecanismos para redistribuir a los refugiados y una revisión de la Estrategia de Dublín; todos son necesarios. La Comisión Europea ha cumplido su obligación mientras que los Estados miembros están poniendo freno y rehuyendo de los compromisos a los que han llegado para redistribuir a los refugiados. Seamos claros: si persisten con vetos como Consejo, serán responsables del colapso de la Unión Europea. 

Incluso en relación con Schengen, los informaciones procedentes de los Estados miembros ofrecen poco a título de estímulo. Algunos prevén la creación de un área mini Schengen. Otros están reintroduciendo controles fronterizos. Esas medidas son erróneas e ineficaces e incluso podrían perjudicar a la economía europea. 

Europa no debe cerrarse en sí misma. Me gustaría realizar una petición de que se abra, en las próximas horas, un corredor humanitario para salvar a las ciudades sirias asediadas por el hambre y temperaturas gélidas. Debemos ver el conjunto, mirar más allá de nuestras fronteras y abordar asuntos como los minerales procedentes de las zonas de conflicto. Europa puede demostrar que es una fuerza de cambio. Les deseo lo mejor y “¡buena suerte!”.