Los eurodiputados y las eurodiputadas del Grupo S&D le han pedido hoy a la Comisión Europea que prevea una mayor inversión y se enfoque en la demanda interior como una prioridad económica real para el 2016. En un momento en el que la demanda mundial se ralentiza, hay un récord mínimo de tipos de interés, aumenta el terrorismo y están llegando muchísimos refugiados, es crucial que haya más inversión pública y privada en la Unión Europea de cara a mantenerse en el buen camino de un crecimiento que sea sostenible.
 
Por cuarto año, el Grupo S&D presenta, como parte de su Iniciativa “Progressive Economy” (Economía Progresista), un Estudio Prospectivo Anual Independiente sobre el Crecimiento (iAGS), que han elaborado cuatro institutos económicos independientes.  El iAGS 2016 analiza la situación económica de Europa, compara varios escenarios de política económica y efectúa recomendaciones sobre las prioridades económicas del próximo año. Subraya el hecho de que, mientras Europa tiene un superávit comercial enorme frente al resto del mundo, se ha producido a costa de mucho paro y de la supresión de la inversión interna (consulte aquí el resumen). El iAGS del 2016 se presenta justo antes de que la Comisión Europea lance el Semestre Europeo 2016, adoptando el paquete del Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento y presentando una recomendación para la política económica de la zona euro. 

La vicepresidenta de Políticas Económicas y Sociales del Grupo S&D, y ponente del Parlamento Europeo para Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento del 2016, Maria João Rodrigues, dijo:
 
“La recuperación económica de Europa sigue siendo demasiado lenta para reducir significativamente el desempleo, que todavía es muy elevado. Europa va por detrás de Estados Unidos y otras economías debido a la falta de inversión, a una demanda interna débil y a un superávit de la balanza por cuenta corriente que es excesivo. Pedimos un plan coordinado para mejorar la recuperación: mientras algunos países siguen consolidando sus presupuestos públicos y sus empresas luchan para reducir la deuda, otros países podrían, y deberían, apoyar la demanda interna de Europa mediante una inversión que sea mucho mayor.  
 
“No podemos crear prosperidad duradera sin inversión en educación, energía ecológica, integración de los migrantes o mejor seguridad. Europa no ha invertido lo suficiente desde hace muchos años y debe aprovechar los bajos tipos de interés para romper este círculo vicioso. Europa solo puede seguir teniendo éxito competitivo a nivel global mediante una mayor inversión. Tenemos suerte de que el petróleo esté barato ahora; pero debemos invertir todo el dinero que ahorremos con el petróleo en eficiencia energética, renovables, nuevas tecnologías y capacidades.
 
“La Comisión Europea ha defendido un “triángulo virtuoso” de responsabilidad fiscal, reforma estructural y, principalmente, inversión privada. En nuestra opinión, nos hace falta un “cuadrado sólido”, siendo la demanda interna la cuarta prioridad. La eurozona tiene el mayor superávit del mundo; pero, sencillamente, este motor no es lo bastante fuerte para un crecimiento robusto y un empleo elevado.

“La economía europea puede hacerlo mucho mejor si empezamos a reducir finalmente las desigualdades sociales. Los hogares de ingresos bajos y medios gastarían o invertirían cada euro adicional si lo tuvieran; pero en los paraísos fiscales se pierden enormes cantidades del valor que se crea en Europa. Esperamos que la Comisión Europea reconozca que “las reformas estructurales” deben enfocarse en este tipo de problemas: mejorar la recaudación fiscal, mejores servicios públicos y una mayor justicia. Los europeos deben poder disfrutar nuevamente de igualdad de oportunidades: los que trabajan duramente deben tener de nuevo buenas perspectivas, aunque crecieran en vecindarios pobres”.