Después de la votación de hoy en plenario, donde una contundente mayoría ha aprobado una Resolución de compromiso sobre la política de integridad de la Comisión Europea, en concreto, en relación con el nombramiento del secretario general de la Comisión Europea, el Grupo S&D subraya su profunda decepción con el método utilizado y le pide a la Comisión Europea que no solo presente nuevas normas que sean más transparentes, antes de finales de septiembre de 2018, sino que también reevalúe el puesto. El escándalo Selmayr ha irritado con razón a los ciudadanos y las ciudadanas europeos, ha avergonzado a todas las instituciones y ha frustrado a todos aquellos que luchan y trabajan por una Unión Europea que sea mejor y más justa. No debe volver a suceder nunca más. 

 

La coordinadora del Grupo S&D en la comisión de Control Presupuestario, la eurodiputada Inés Ayala Sender, afirmó:

“El escándalo Selmayr es el perfecto ejemplo de la clase de Unión Europea contra la que luchamos: acuerdos turbios con una total desconsideración de valores básicos como la transparencia, la integridad y la igualdad de oportunidades. La forma en la que la Comisión Europea ha nombrado a su secretario general ha creado con razón una desaprobación generalizada y enfado entre nuestros ciudadanos y ciudadanas, creando un riesgo de deterioro de la reputación no sólo de la Comisión Europea, sino de todas las instituciones de la Unión Europea. El Grupo S&D considera que esto es inaceptable.

“Por lo tanto, hemos trabajado muchísimo para lograr una Resolución de compromiso, apoyada por una amplia mayoría de todos los demás grupos, y celebramos el logro que hemos sido capaces de conseguir.

“Ante todo nuevas normas: le pedimos a la Comisión Europea que revise, antes de septiembre de 2018, su procedimiento para el nombramiento de altos funcionarios, mejorando drásticamente la transparencia y la igualdad de oportunidades de forma que todas las instituciones de la Unión Europea lo utilicen como mejores prácticas.  

“En segundo lugar, le pedimos a la Comisión Europea que reevalúe el nombramiento del secretario general en base a las nuevas normas que garantizarían el nombramiento del mejor candidato o candidata posible, ofreciendo a todos los posibles candidatos la posibilidad de presentarse y competir. El escándalo Selmayr fue una vergüenza embarazosa para el conjunto de las instituciones europeas. Utilizaremos todo lo que esté en nuestra mano para asegurarnos de que no vuelve a repetirse”.